Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), en los últimos 12 meses se han creado 584.000 empleos, alcanzando un total de 22,27 millones de ocupados, con especial crecimiento en el sector servicios. Sin embargo, la tasa de paro del segundo trimestre sigue siendo del 10,29%, por encima de la media europea.

En este escenario, se produce un fenómeno llamativo: mientras muchos jóvenes con títulos universitarios luchan por encontrar un empleo estable, los oficios manuales comienzan a ofrecer sueldos que superan a los de carreras tradicionalmente mejor pagadas como Medicina, Derecho o Ingeniería.

El oficio que supera a médicos y abogados

El economista Gonzalo Bernardos ha puesto el foco en una profesión manual que sufre una falta alarmante de trabajadores: el yesero. "Pronto veremos a yeseros cobrando entre 5.000 y 6.000 euros por falta de mano de obra en construcción", asegura.

Se trata de un oficio que no requiere carrera universitaria, máster ni oposición, pero sí destreza manual y experiencia. La demanda se ha disparado porque los yeseros son esenciales tanto en obras nuevas como en reformas, rehabilitaciones y mantenimiento, en un momento en el que la construcción busca recuperar su dinamismo tras la crisis del sector.

El déficit de trabajadores en la construcción

La situación de la yesería es solo un reflejo del déficit generalizado de profesionales en el ámbito de la construcción. Albañiles, fontaneros y electricistas también son cada vez más difíciles de encontrar, lo que está elevando los salarios en todo el sector.

Uno de los motivos es el envejecimiento de la plantilla: la media de edad de los trabajadores es alta, mientras que los jóvenes, en su mayoría, prefieren orientar su futuro hacia profesiones universitarias. Esta desconexión ha generado un vacío de relevo generacional en oficios manuales que hoy resultan imprescindibles.

Una oportunidad para los jóvenes

Para Bernardos, la clave está en que los jóvenes abran los ojos a estas oportunidades. "No se trata de abandonar la formación, sino de mirar hacia sectores con alta demanda que pasan desapercibidos", apunta.

La profesión de yesero, junto con otros oficios vinculados a la construcción, ofrece estabilidad laboral, buenos salarios y gran proyección de futuro. En un mercado laboral donde la precariedad y la sobrecualificación son problemas frecuentes, estos empleos representan una alternativa sólida para quienes buscan seguridad y reconocimiento económico sin necesidad de largos estudios universitarios.